23 DISPAROS: CASO RESUELTO

Coincidiendo con el Premio al Mejor Documental en el Festival de Nuevo Cine Andaluz de Casares y el Premio Iris Autonómico de la Academia de Televisión que ha recibido 23 disparos y con el encuentro de víctimas de la Transición organizado en Málaga por las hermanas de Manuel José García Caparrós para el 10, 11 y 12 de octubre, recuperamos esta entrevista realizada por el equipo de Cine Contexto a Jorge Laplace, director del documental premiado, y a Juan Antonio O'Donnell, narrador del mismo, durante el último Festival de Málaga. Este documental trata, precisamente, sobre la muerte del joven malagueño en las manifestaciones pro-autonomía del 4 de diciembre de 1977.



Juan Antonio O'Donnell durante la entrevista realizada por el equipo de Cine Contexto (Fotografía: Lorenzo Hernandez)

Nos encontramos ante un ejercicio de memoria a nivel histórico y a nivel personal. Se trata de una historia silenciada y desvirtuada cuya verdad ha permanecido escondida en los archivos institucionales y en el recuerdo de aquellos que la vivieron. Sólo el tesón de unas hermanas que llevan más de cuarenta años pidiendo justicia y verdad ha impedido que caiga definitivamente en el olvido. Esta verdad no llegará a ellas a través de nuestras instituciones democráticas, sino gracias al tesón de un inspector que vivió los hechos en primera persona y que casi medio siglo después encaja las piezas del rompecabezas. 

Recuerdo perfectamente el día en que ocurrieron los acontecimientos que se relatan en 23 Disparos. El 4 de diciembre de 1977 yo tenía diez años y estaba en casa de mi abuelo. En Radio Juventud escuchábamos el desarrollo de la manifestación en la que miles de malagueños exigían el autogobierno para Andalucía. Recuerdo un día luminoso. La locutora, María Teresa Campos, hablaba de las familias que se habían unido a la marcha y del buen ambiente que se respiraba. Mi tía Miriam sugirió que nos uniésemos y yo me animé. Pero alguien dijo que no era buena idea meterse en una multitud con niños. De repente, todo cambió. La radio empezó a contar que un joven había intentado colocar la bandera andaluza en la Diputación trepando por la fachada y que la policía estaba cargando y lanzando botes de humo. Esa jornada se saldaría con la muerte de un joven sindicalista de dieciocho años: Manuel José García Caparrós. Muy cerca de mi casa, en el puente de Tetuán, hay una placa que conmemora el lugar del suceso. A día de hoy no se ha identificado al autor del disparo que acabó con su vida. Le digo a mi madre que voy a ver este documental y me comenta que recuerda que habían matado al chico cuando intentaba colocar la bandera en la diputación. También me dice que el centro de Málaga fue una batalla campal durante los días siguientes al suceso. 

En este relato hay dos errores de apreciación que demuestran cómo la memoria nos traiciona y hasta qué punto es difícil resolver a través de testimonios la verdad de unos acontecimientos tan lejanos en el tiempo. Ambos se resolverán a lo largo de esta entrevista. 







Nos encontramos con Jorge Laplace, director de 23 disparos y Juan Antonio O’Donnell, ex-policía destinado en la Diputación de Málaga el día fatídico y que toma las riendas de la investigación que narra este documental. Soy la única que tiene recuerdos al respecto. Ni Lorenzo Hernandez, nuestro fotógrafo, que vivía en Tenerife, ni José Manuel Cruz, director de Cine Contexto, que vivía en Sevilla, ni el mismo Jorge, que aún no había nacido, fueron testigos de la jornada. Cuando narro a Juan Antonio cómo viví los acontecimientos, me comenta que el día no era soleado sino lluvioso. Primer error de apreciación. 

CINE CONTEXTO: Ya se han hecho varios documentales sobre este tema. ¿Qué aporta 23 disparos

JORGE LAPLACE: Ya se habían hecho documentales más reflexivos, más políticos, y queríamos hacer algo que pareciera una película de género, un thriller político, aunque narra una investigación real, protagonizada por Juan Antonio. 

CINE CONTEXTO: Juan Antonio, tú viviste en primera persona los acontecimientos. ¿Cómo llegaste a involucrarte en este proyecto? 

JUAN ANTONIO O’DONNELL: Yo llevo muchos años colaborando con las televisiones, especialmente con Canal Sur, porque fui portavoz de la policía de 1998 a 2005. Eso me dio la ocasión de envenenarme con el virus de la comunicación. Al mismo tiempo, este es un tema que tenía en mi ‘debe’ personal. Cuando yo viví esos momentos era plenamente consciente de que eso era historia. Posteriormente la historia empezó a deformarse, la gente empezó a decir que Manuel José muere cuando va a poner la bandera. Nada más lejos de la realidad. Yo arresto al chaval que trepa por la fachada precisamente para evitar que intente bajar de nuevo y para que dé una explicación de lo que había intentado hacer. Declaró y se fue a su casa. Por eso, cuando me contactaron para hacer este documental vi llegado el momento de hacer una especie de catarsis. 





Jorge Laplace (Fotografía: Lorenzo Hernandez)


CINE CONTEXTO: ¿Por qué se impide sacar a la luz toda la información sobre este caso? 

JORGE LAPLACE: En el 77 había una cierta lógica, porque todas las instituciones eran todavía franquistas y había ese miedo de que esa noticia derivara en un estallido social, como realmente ocurrió en Málaga en los días sucesivos. Pero lo que ocurre hoy en día es algo que no logramos entender, no comprendemos por qué la Mesa del Congreso le niega los papeles a las hermanas de Manuel José. Nos parece algo totalmente injusto. 

CINE CONTEXTO: ¿Cuál es el límite temporal de una información clasificada? 

JUAN ANTONIO O’DONNELL: La clasificación del Congreso no tiene límite. Me gustaría añadir algo a lo que ha dicho Jorge. Primero, ustedes son jóvenes y los que lean esta entrevista probablemente también lo sean. Y hay que decir que la España actual, con su régimen democrático, no tiene nada que ver con el sesgo social, la costumbre de callar que había entonces. Ese silencio lo disculpo en parte, entre comillas, porque se estaba intentando preservar la paz social. No teníamos ni siquiera constitución, las instituciones estaban impregnadas de un dogma y de un dictado determinado. Yo creo que no se va a revelar nada sustancioso al desclasificar esos documentos del congreso porque fueron documentos – y no quiero ofender a nadie – hechos desde el prisma de un pacto de silencio entre políticos extremos. Ojo, chapó para ellos. Estamos hablando posiblemente de un elemento muy de derechas y un elemento muy radical de izquierdas. De hecho, yo acudí a declarar a esa comisión como testigo y tengo la suerte de conservar una copia de la grabación de mi declaración. Y puedo decir que en ningún momento me hicieron las preguntas claves que hubieran hecho policías o jueces. 

JORGE LAPLACE: Cuando entrevistamos a Rafael Ballesteros, miembro de la comisión, nos dijo que se trataba de una comisión política que buscaba responsables políticos. No era una investigación policial para determinar quién realizó el disparo. Por tanto, lo que buscan las hermanas de Manuel José, en su opinión, se encuentra mucho más en el sumario, que es a lo que tuvimos acceso nosotros. 

CINE CONTEXTO: ¿Qué es lo que buscan las hermanas de Manuel José? 

JUAN ANTONIO O’DONNELL: La verdad. Y después de cuarenta años, la verdad es muy relativa. Cada uno tiene su verdad. Y precisamente los ojos de los testigos son los que hablan. En el documental podéis ver que policías hablan conmigo con absoluta sinceridad y unos dicen “No tuvimos nada que ver” y otros dicen “Ahí no había cazadores”. 

JORGE LAPLACE: Tú misma has dicho que ese día hacía sol. Lo que quiero decir es que cuando entrevistamos a los policías yo también tuve la sensación de que en versiones contradictorias realmente no había mentiras. 

CINE CONTEXTO: ¿Por qué se produjo la carga policial frente a la sede de la Diputación ¿No había formas más razonables de calmar la situación que recurrir a ese método? 

JUAN ANTONIO O’DONNELL: Esto costará verlo con ojos de hoy. Había dos cuerpos de policía completamente diferentes. Por un lado, estaba el Cuerpo Superior de Policía, cuyo nombre vulgar en esa época era el de “policía secreta”, y que era una policía plenamente civil. Y, por otro, una policía uniformada conocida con el seudónimo de los “grises”, que era la Policía Armada, que tenía unos mandos militares. La base del trabajo de esta última era mantener lo que entonces se llamaba el “orden público”, que no es lo que se conoce hoy como paz social o con otros términos. Estamos hablando de algo muy diferente. Tendríamos que trasladarnos a países que no voy a nombrar pero que están en la mente de todos. Allí te dicen que cargar contra la gente es su obligación y que no hay que dar ninguna explicación. Y si tienen que disparar, disparan. Yo no me creo que un agente de la policía armada, uniformado, con la disciplina y el reglamento interno que tenían, produjese de motu proprio la orden de cargar. La comisión investigadora del Congreso buscaba al responsable, ya fuera el jefe de la Policía Armada, el jefe de la policía secreta, que era a la que yo pertenecía, o el propio Gobernador. Lo que sí es verdad es que ese día en la Diputación arreciaba el apedreamiento, hasta con trozos de pavimento, no sólo naranjas, como se ha dicho. Eso lo vi yo, no me lo tuvo que contar nadie, y una de las lunas de los cristales de la fachada cayó justo al lado de un compañero mío. Nosotros, los inspectores, estábamos fuera pero en ese momento, me dice uno de los jefes: “Entra, a ver qué está ocurriendo”. Entramos mi compañero y yo, de paisano, y nos identificamos una vez más con el policía uniformado que estaba allí, que nos permitió pasar. Las piedras arreciaban. Estaba informando al comisario cuando, en ese momento, oigo disparos de elementos antidisturbios, botes de humo, bolas de goma… Y me dice el compañero: “Oye, están diciendo que hay uno trepando por la fachada”. Todo esto se tarda mucho más en contarlo que en vivirlo. Esto es todo simultáneo. 





Juan Antonio O'Donnell (Fotografía: Lorenzo Hernandez)



CINE CONTEXTO: Entonces, ¿esos incidentes en la Diputación fueron el detonante de todo lo que pasó después? 

JUAN ANTONIO O'DONNELL: Bueno, cuando dispararon a Manuel José, llevaban yo diría que casi una hora apedreando la fachada de la Diputación. Casi una hora. Y todo era porque culpaban al presidente de ese organismo, con razón o sin ella, también tengo la versión indirecta de él, de tener sólo la bandera española, nacional, de no tener además una bandera andaluza como la que la mayoría de las instituciones, no todas, habían puesto. Pero eso se aireó mucho en la prensa los días antes. Se calentó muchísimo el ambiente. Lo primero que yo hice fue señalar a un grupo de extrema derecha que se había colocado provocando. Entre todos se produjo una tensión que desembocó en una carga policial, para mí injustificada, pero que tampoco tuvo una relación causa-efecto, porque allí la policía cargó con todo y no pasó nada. Existe una relación porque quienes allí reciben los palos y otros muchos deciden asaltar el cuartel que estaba a un kilómetro y medio (en Alameda de Colón, lugar donde Manuel José García Caparrós recibe el disparo mortal). Porque, claro, suponían, con mucha certeza, que el cuartel estaba desguarnecido de policías. 

CINE CONTEXTO: De una forma muy fría, ¿no se puede evitar que todo cambio necesite víctimas? En esa misma época también hubo incidentes de Tenerife, con la muerte de un estudiante en el campus universitario de La Laguna, también los hubo en Madrid… 

JUAN ANTONIO O’DONNELL: Bueno, en Madrid fue ejemplar. Hay que quitarse el sombrero. En plena pre-transición, tirotean a seis jóvenes por ser abogados laboralistas, fíjate, no los tachan ni de antifranquistas, los tachan de abogados laboralistas y los ametrallan, y sale en perfecto orden toda la izquierda madrileña liderada por Carrillo y por otros y no pasa absolutamente nada. Aquí ocurre esto y revienta Málaga entera. Revientan las cabinas telefónicas, prenden fuego a todos los contenedores de basura, echan cócteles Molotov contra las entidades bancarias… No ocurrió una desgracia por muy poco, porque los cuerpos de policía, bomberos y otros estuvieron muy atentos y se pudo evitar. 

JORGE LAPLACE: Yo creo que lo que funciona en la película es que es un retrato de la Transición, no tanto desde lo discursivo sino desde los hechos… Es decir, tú ves cómo las luchas de fuerzas entre esas dos Españas están en el laboratorio forense, en esa persona que se lleva allí para vigilar, están en lo judicial, están en todo los procedimental… En todos los hechos hay una lucha entre esas dos Españas. 





Fotograma de la película 23 disparos



CINE CONTEXTO: ¿Cómo se hacen los informes de balística?¿A partir de los disparos que impactan en las paredes de la calle donde muere García Caparrós? Porque no se hizo a partir de la bala que él recibe… 

JUAN ANTONIO O’DONNELL: Sí, sí, se hace de esa bala. La bala no ha desaparecido. Yo le he seguido la historia. Sé, incluso, dónde terminó la bala pero, honradamente, soy persona de palabra y no puedo deciros dónde está. Pero la bala nunca desapareció del sumario. Lo que pasó es que se especuló mucho tras el suceso. Al poco de ocurrir, se escribió un libro (y son amigos míos quienes lo escribieron, que lo hicieron con su mejor voluntad y era necesario hacerlo) pero se defiende una serie de teorías que no se compadecen con la realidad. Se habla de una bala de calibre 7,65 cuando la bala es del 9 corto. Lo que sucede es que, entonces, las cadenas de custodia y todo lo que hoy entendemos como muy normal, no existía. Imaginaros que llega un señor cadáver a urgencias y los médicos del servicio actúan sobre el cuerpo. Eso no se puede hacer. Y la ropa se le da a cualquiera. No se puede tocar la ropa. En la ropa puede haber huellas de pólvora, lo cual hubiese significado que fue un disparo directamente en contacto con el cuerpo… Puede haber mil cosas. Todo eso es lo que durante tantos años me preocupó y me hizo pensar sobre cómo podía contar todo lo que yo sabía. Una verdad basada en la evidencia, no en la imaginación. Esos peritajes que se hicieron tuvieron un sesgo de manipulación, desde mi punto de vista. Porque, señalando claramente de qué arma había salido y claramente el poseedor, tenedor y usuario de ese arma, nunca se dice taxativamente en el informe de qué arma y de qué persona se trata. Manuel José tuvo, además, muy mala suerte. Porque hay una cosa olvidada, que nosotros sacamos en el documental, que es que hay otro herido. Pero como la bala le impacta en un brazo, no le hiere de forma grave. En cambio, a Manuel José le coge una trayectoria que afecta a todos los órganos vitales y a los grandes vasos. Es verdad que ahí el destino le jugó la peor pasada a este chico con 18 años, que es lo tremendo del caso. El guionista y director de este documental, mi amigo Jorge, me dijo que lo principal es darle algún tipo de consuelo y explicación a las hermanas de Manuel José, pero no en base a un discurso, sino en base a lo que yo viví y a lo que podamos aportar en relación al autor. 





Juan Antonio O'Donnell y Jorge Laplace (Fotografía: Lorenzo Hernandez)


JORGE LAPLACE: Y es importante hablar de la familia para hablar del cine no sólo como un oficio para contar historias sino también como un oficio de reparación. Creo que de lo más emocionante que tuvo este proyecto fue la llamada de Loli el día después del estreno, cuando lo vio, dando las gracias y viendo cómo desde una película se le estaba dando la información que no se le estaba dando desde la justicia y desde ningún otro lado. Todo el equipo está muy contento de que la familia sabe un poco más, y tiene un poco más de reparación. 

23 Disparos, una reconstrucción del pasado realizada con honestidad y que nos ayuda a comprender de un modo objetivo uno de los acontecimientos más célebres de la transición española.

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