Nos reunimos con Daniele Zuccalà, director artístico del Festival de Cine Italiano de Málaga al final de una de las proyecciones, cuando el público se ha marchado tras el coloquio y la sala ha quedado vacía y en silencio. Comienza hablándonos de los orígenes de este joven festival, que celebra este año su segunda edición.
Durante casi diez años, la Dante Alighieri Málaga celebró un ciclo cine todos los jueves del mes de octubre en el Centro de Arte Contemporáneo, con entrada gratuita. Se hizo un trabajo muy bueno pero nos dimos cuenta de que no tenía repercusión en la ciudad. Por ello decidimos darle un formato más potente, el de un festival con invitados, con la posibilidad de charlar con el público, y en un marco como el Cine Albéniz, que es el monumento al séptimo arte de la ciudad de Málaga. Fue una evolución natural que se ha consolidado en algo más estable.
¿Podrías hablarnos un poco de la Societá Dante Alighieri, organizadora del festival?
En pocas palabras sería como el Instituto Cervantes o la Alianza Francesa, pero con respecto al italiano. Tiene su sede en Roma y comités locales en las ciudades más importantes del mundo. Nuestra función es difundir tanto la cultura como la lengua italiana en el extranjero. No sólo trabajamos con cine sino también con música, teatro, literatura, tenemos un laboratorio de lectura todos los años (ya vamos por la sexta edición), colaboramos con el Centro Andaluz de las Letras… En definitiva, difundimos la cultura italiana y, en el caso específico de este festival, desde un prisma social.
¿Crees que el cine italiano está suficientemente valorado en España? Nos choca que una película de la calidad de Indivisibili, que se estrenó en Italia en 2016, no nos haya llegado hasta ahora.
Indivisibili es una película muy buena, pero en Italia tampoco fue un taquillazo. Es la típica película que el gran público no la recibe como debería, pero a lo mejor dentro de diez años se darán cuenta de que no la supieron valorar y se convertirá en un clásico.
Centrándonos en vuestra pregunta, si hablamos del neorrealismo, de los grandes directores, sí que podemos decir que se consideran clásicos en todo el mundo. Luego llegó la fase de la Comedia Italiana, que también fue un éxito y donde hay de todo, buenas y malas, y creo que perdió un poco de prestigio a nivel internacional. Y ahora creo que ha vuelto a haber en los últimos diez años un cine comprometido como respuesta a la crisis, un cine increíble al que quizás no se le está dando tanto espacio en el extranjero como se debería.
¿Qué directores jóvenes nos podrías recomendar?
Uno de ellos es Edoardo de Angelis, el director de Indivisibili, que acaba de estrenar Il vizio della speranza, que de nuevo está teniendo mucho éxito a nivel de crítica y ha ganado muchísimos premios. Es un buen director que no es muy conocido en Italia y que hay que seguir de cerca porque hace unos trabajos que son obras maestras realmente, donde trata temas de todo tipo y habla el lenguaje universal.
Por su parte, Mario Sorrenti ha tenido mucho éxito, pero los italianos no se identificaban con La gran belleza porque trataba un tema muy sectorial, describe muy bien las características de un determinado colectivo, pero no lo abarca todo.
¿Gustó en Italia La gran belleza?
Gustó mucho sobre todo a nivel de crítica, una vez más. La gente iba a verla y se quedaban un poco como me imagino que aquí también, no se identificaban con ese mundo ni esa estética feliniana. Así que hay opiniones para todos los gustos.
¿Qué criterio prima a la hora de elegir las películas?
Nos regimos por el criterio social, es decir, el año pasado la emigración fue un tema candente en toda Europa y decidimos dedicarle la edición. Este año nos hemos centrado en la mujer, yo considero que en España las mujeres han conseguido más avances sociales que en Italia, donde nos hemos quedado un poco atrás en temas como el feminicidio o incluso la libertad y el rol de la mujer. Y el año que viene, y esto es un poco en exclusiva, estamos pensando en centrarnos en el tema político, concretamente democracia y libertad de expresión, que es un tema que afecta no sólo a Italia sino a todo el mundo, con lo que está ocurriendo en EEUU con Trump o el triunfo de la extrema derecha en Brasil.
Hablemos de vuestras perspectivas de futuro, porque la sala ha estado llena todos los días.
Yo estoy realmente contento, porque todo esto lo hacemos para que la gente lo vea, para que disfrute con el cine italiano. Con respecto al año pasado ya hemos crecido: pusimos tres películas y este año hemos puesto cuatro, tuvimos un solo invitado y este año hay tres, en taquilla nos han dicho que el año que viene cojamos la sala de 250 personas porque hay 80 o 100 personas que se han quedado sin poder entrar… El tema es el dinero, así que lanzo desde aquí un llamamiento a las instituciones, sobre todo italianas, a que apoyen estas iniciativas porque el público lo quiere y lo necesita.
Seguiremos disfrutando de este festival y estamos seguros de que disfrutaremos de muchas más ediciones.
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