El jueves 29 de noviembre, el II
Festival de Cine Italiano de Málaga proyectó la película Pan y tulipanes (2000) de Silvio Soldini, una comedia chispeante y
surrealista, interpretada por Licia Maglietta, Bruno Ganz, Giuseppe Battiston,
Antonio Catania y Marina Massironi, y cuya trama principal se desarrolla en
Venecia. Pan y tulipanes nos cuenta
la historia de una ama de casa que, por culpa de un incidente en los aseos de
un área de servicio, pierde el autobús con el que va con su marido y sus hijos
haciendo una ruta turística y, en vez de intentar volver con ellos, decide ir a
Venecia haciendo autostop. A partir de esta premisa, la película vuela, libre y
desenvuelta, mostrando personajes pintorescos, situaciones inauditas y unas
precisas gotas de humor absurdo que la convierten en una pequeña joya a
reivindicar de ese cine italiano que, en los últimos años, tanto esfuerzo le
está costando abrirse paso en las pantallas españolas debido a los estrechos
canales de distribución existentes, que convierten a los espectadores en los
principales perjudicados al privarles de poder disfrutar de muchos títulos
valiosos e interesantes.
En la proyección de la película,
estuvo presente una de sus intérpretes, Marina Massironi. Cine Contexto tuvo la
oportunidad de hablar con ella y de preguntarle sobre su trayectoria
profesional y sobre la película que íbamos a ver en unos breves minutos. La conversación
fue jugosa e interesante.
CINE CONTEXTO: Buenas tardes, Marina. Lo primero que querríamos
preguntarle es cuál es el origen de su vocación por la interpretación.
MARINA MASSIRONI: Pues no sabría decir exactamente cómo fue. Creo
que lo descubrí cuando estaba en la escuela secundaria. En las clases de
literatura y poesía, siempre era a mí a quien elegían para que leyera los
poemas. Pienso que ahí empezó mi vocación.
CINE CONTEXTO: Usted ha trabajado en teatro, en cine, en televisión… ¿Prefiere
alguno de estos medios en relación a los demás?
MARINA MASSIRONI: Mi medio preferido es el teatro. Primero, porque
es ahí donde empecé y de donde ha venido todo lo demás en mi carrera. Y
segundo, porque el teatro es la fuente de inspiración para mis interpretaciones
en el cine y en la televisión. En el teatro, todo se puede experimentar y
verificar inmediatamente. No hay que esperar el resultado. En el cine, no es
así, tienes que esperar a que salga la película… Además, el teatro es el reino
del actor y el cine es el reino del director…
CINE CONTEXTO: Y del montador…
CINE CONTEXTO: De las películas, series y obras de teatro que ha
realizado, ¿de cuál de ellas se siente más satisfecha?
MARINA MASSIRONI: Nunca soy capaz de elegir una porque todas ellas
forman parte de un camino, un devenir… Cada nueva interpretación, cada nuevo
personaje, sea en una obra de teatro, sea en una película, contribuye a que yo
crezca como actriz. En cada trabajo que hago, hay una parte de mí que acaba
formando parte del personaje, y hay una parte del personaje que acaba formando
parte de mí. En este proceso, yo, realmente, acabo aprendiendo de mis
personajes.
CINE CONTEXTO: En los últimos tiempos, ha hecho una serie de películas
y obras de teatro que están muy pegados a la realidad y a la candente
actualidad. Por ejemplo, en las películas Che
vuoi che sia (2016) de Eduardo Leo, que trata de internet y de las nuevas
situaciones que surgen con su existencia, o Pulce
non c’è (2012) de Giuseppe Bonito, que trata el tema de los abusos
sexuales, o en las obras de teatro Regina
y La veritá di Bakersfield, en
las que la cuestión de las diferencias sociales tienen mucha importancia. ¿El
afrontar esos temas supone un reto importante para un actor?
MARINA MASSIRONI: La primera vez que realicé un papel sobre un tema
urgente, de actualidad, fue porque me lo propusieron. En cambio, ahora los
busco deliberadamente. Porque creo que es un signo de madurez y porque es lo
que quiero interpretar. Por ejemplo, Pulce
non c’è cuenta una historia real, que fue narrada en una novela de la
hermana del personaje de la niña pequeña que aparece en la película (Gaia Rayneri es la autora de la novela homónima).
Yo interpreté a la madre de esa niña, una niña que sufrió violencia sexual. Es
una mujer de verdad, que ha pasado por esa situación, es una mujer que ha
sufrido, he tenido que conocerla, y no he querido imitarla, he querido aprender
de ella y entender el proceso emotivo que ha sufrido esta mujer. Realmente, la
película no habla de un abuso sexual en sí, sino de una sospecha, siendo el
sospechoso el marido de la mujer a la que yo interpreto. Entonces, se sigue el
recorrido de todo el proceso judicial, manteniéndose todo el tiempo la duda
sobre si el padre es culpable o no…
CINE CONTEXTO: Este festival de cine italiano tiene como eje central el
tema de la mujer y el cine. Usted, que comenzó en el mundo de la interpretación
a finales de los 80, cómo ve el cambio que ha experimentado el tema de la mujer
y la condición femenina en el mundo del cine. ¿Ha sido para mejor?¿Para peor?¿Sigue
igual?
MARINA MASSIRONI: (Sonríe.) Un
poquito sí que ha evolucionado el tratamiento de la mujer en el cine. Y ello ha
sido, además, porque han entrado mujeres en las áreas de la escritura, de la
dirección, de la producción. Cuando entran las mujeres en estos ámbitos, en los
ámbitos de la creatividad, ese tratamiento efectivamente cambia. Yo trabajo
mucho con mujeres y sí he percibido el cambio por ese motivo. Solo así es
posible revertir la vieja dinámica que consiste en que a la mujer se la retrata
bien como objeto de deseo bien como bien como una figura angelical bien como una
ama de casa con una criada, pero siempre en relación al varón. Y, además, como mujeres
que nunca superan los treinta años. Cuando a mí me presentan proyectos
realizados solo por hombres, muchas veces pecan de ese punto de vista que es
más propio de los años setenta y ochenta. Eso sí, hay aspectos que no han
cambiado, por ejemplo, en la publicidad, la mujer sigue siendo o el ángel de la
casa o el objeto erótico, siempre muy bella y muy joven. En ese ámbito, no ha
habido cambios para nada. Ahora, se está prestando más atención a este tema por
el debate sobre la relación existente entre la imagen que se tiene de la mujer
y los feminicidios y porque se ha llegado a entender que la causa de los
feminicidios o de la violencia doméstica sobre las mujeres o de la violencia de
género procede de factores culturales. Sería un factor heredado que procede de
la imagen que se tiene de la mujer y, debido a ella, del papel que a ella se le
quiere imponer dentro de la familia, el trabajo y las instituciones. Es un tema
muy actual y urgente.
CINE CONTEXTO: Dentro de un momento, vamos a ver Pan y tulipanes, película con la que usted ganó el David di
Donatello y el Nastro d’Argento a la mejor actriz no protagonista. ¿Qué nos
podría contar de esta película?
MARINA MASSIRONI: Nos llevamos una gran sorpresa por los premios.
No solo por los míos sino por todos los que recibimos porque para el director, Silvio Soldini, era solo una película de entretenimiento.
Ni el propio director había entendido todo lo que había llegado a construir en
torno a este film. Para mí, fue una alegría que la película obtuviera todos
estos premios porque se trató de un rodaje mágico. Porque Venecia es mágica y
la rodamos toda allí. El mismo hecho de ir en barca hasta el set de rodaje ya es un hecho extraño.
Bruno Ganz también es mágico. Es un personaje magnético, fascinante, aparecía y
desaparecía, un mago, un ángel que estaba presente en la vida cotidiana…
CINE CONTEXTO: Para terminar, ¿nos podría decir dos o tres películas
que le hayan marcado a lo largo de su vida?
MARINA MASSIRONI: Por diversos motivos, recientemente me ha gustado
mucho un film de Netflix, En mi propia piel de Alessio Cremonini,
que narra el caso de Stefano Cucchi.
De títulos clásicos, me gustan especialmente Érase una vez en América (1984) de Sergio Leone y El piano (1993) de Jane Campion.
Como ven, Marina Massironi tenía
muchas cosas interesantes que decirnos y, como guinda, nos ha recomendado un
título reciente que ya tenemos ganas de visionar. Posteriormente, en el pase de
Pan y tulipanes, el público disfrutó,
tanto de la película como del coloquio posterior, en el que Marina contó muchos
detalles del rodaje y de su trayectoria, especialmente de su participación en
la obra teatral Sotto paga! Non si paga! de
Darío Fo. Marina Massironi dejó una hermosa estela por su paso por Málaga y
esperamos verla pronto en las pantallas de cine de nuestro país porque seguro
que disfrutaremos de su interpretación tanto como lo hemos hecho con su papel
en Pan y tulipanes de Silvio Soldini.
Texto: José Manuel Cruz Fotografía: Lorenzo Hernandez
Texto: José Manuel Cruz Fotografía: Lorenzo Hernandez
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