YO FUI VÍCTIMA DE UN ATAQUE ZOMBIE (Tercera parte y última)



En capítulos anteriores: El equipo de Cine Contexto, en la ceremonia de apertura del 28º Festival de Cine Fantástico de Málaga, ha quedado atrapado en un territorio que está dominado por un ataque zombie. Después de haber superado trece pruebas para lograr salir de allí, todavía queda el último tramo del certamen para poder lograr escapar definitivamente.


Estábamos optimistas respecto a lo que teníamos por delante porque las pruebas superadas hasta ese momento habían sido, en general, estimulantes y atractivas.


Antes de la proyección de la película Zoe, habíamos quedado con los miembros del jurado a la salida del cine Albéniz. Y allí estaban, charlando animadamente en lo que sería la última jornada antes de la deliberación, que se presentaba, como nos confesaron, muy reñida por el alto nivel de las películas presentadas a concurso. Como obviamente no nos podían dar pistas sobre el veredicto, decidimos preguntarles, como ya es tradición en Cine Contexto, por las películas que les habían marcado.




Fotografía de Lorenzo Hernandez


Comenzando de izquierda a derecha, el productor y director Borja Crespo se decanta por Alien, una película que marcó el cine fantástico. La productora Marina Ortiz sorprendió a todos con Los tres caballeros de Walt Disney, recordando cómo sus hermanas la llevaron a verla en el Ramiro de Maeztu. Mónica García, subdirectora del Festival de Sitges, eligió un clásico, Posesión Infernal. Por su parte, la productora Teresa Leal nombró dos títulos muy diferentes, Ben-Hur y Pulp Fiction. Finalmente, el ingeniero de audio Marc Orts, Goya al mejor sonido por Un monstruo viene a verme, eligió Un, dos, tres de Billy Wilder y, coincidiendo con Teresa, Pulp Fiction.

Tras comentar este encuentro, podemos seguir relatándoles cómo superamos las últimas pruebas que tuvimos que afrontar.


DECIMOCUARTA PRUEBA: Sobrevivir en Irán a un decapitador de directores de cine. Pig (2018) de Mani Haghighi.





Estamos acostumbrados a que nos llegue desde Irán un cine poético, sereno y contemplativo. Por ello, supuso un shock importante ver una película como Pig en la que el director Mani Haghighi da muestras de una fantasía desbordante, de un estilo delirante y de una sorprendente habilidad para mezclar y combinar influencias del más diverso pelaje y para realizar certeros apuntes de crítica social mostrados desde puntos de vista inesperados. Causa perplejidad que una película que encierra mensajes tan acerbos y afilados haya pasado los fielatos de los censores iraníes pero, como nos comentó nuestro compañero de Cine Asia, Enrique Garcelán, en ese país la censura se centra sobre todo en los aspectos relacionados con la religión, la política o la moral, no prestando atención a fantasías del tipo de Pig.

Los espectadores occidentales reconoceremos en el reparto a los protagonistas de dos películas de Asghar Farhadi, Leila Hatami, protagonista femenina de Nader y Simin. Una separación (2011) y Ali Mosaffa, protagonista masculino de El pasado (2013), pero, al final, quedará atrapado por el personaje del protagonista, el propio Mani Haghighi, un director inmerso en las fantasías de su frenético cerebro y en el miedo a un asesino en serie que va decapitando, uno a uno, a todos los directores de cine de Irán. Película con mil giros y meandros narrativos, se trata de todo un espectáculo conceptual y visual que rompe con muchos de nuestros esquemas concebidos sobre el cine persa.

Resultado prueba #14: Aunque a esta comedia le falte un pelín de ritmo, seguro que con ella podrán disfrutar todo tipo de espectadores. Una agradable sorpresa procedente del cine iraní.






DECIMOQUINTA PRUEBA: No se extrañen: ¡sobrevivir a un ataque zombie! Zoo (2018) de Antonio Steve Tublén.





Pues sí. Con Zoo, habíamos caído víctimas de un ataque zombie. Lo cual ya era el colmo. Pero, en realidad, era algo de esperar. Porque, ¿cómo era posible que no hubiera una historia de zombies en un certamen en el que se proyectaban películas de terror? Pero no esperen que Zoo se desarrolla de forma convencional. Porque toda la acción tiene lugar en un apartamento y los protagonistas son una pareja en crisis que se ha quedado aislada en su piso después de que por la ciudad se haya empezado a propagar una epidemia de no-muertos. La primera mitad de la película es, sencillamente, genial. En medio del drama de la situación, un humor muy peculiar en torno a las revelaciones que los miembros de la pareja van teniendo sobre cada uno de ellos en su obligado encierro y las relaciones con otra pareja de vecinos que están en su misma situación (lo cual es enfocado como una crítica hacia muchas posturas actuales en torno a la emigración) convierte a Zoo en una película fresca y original.

Por desgracia, la segunda parte del film, teniendo miedo de llevar su arriesgado punto de vista hasta sus últimas consecuencias, se inunda de un romanticismo convencional que entra en contradicción con la propuesta inicial de la película, llevándonos, finalmente, a la decepción.

Resultado prueba #15: Salimos vivos pero un poco tristes de que Zoo sea, finalmente, una película fallida a pesar de su prometedor arranque.







DECIMOSEXTA PRUEBA: Atrapar en China a un gato diabólico. Legend of the Demon Cat (2017) de Chen Kaige.





Entramos expectantes para ver Legend of the Demon Cat, la última película de Chen Kaige, el realizador de Adiós a mi concubina (1993) y, francamente, satisfizo ampliamente todas nuestras expectativas. Con una trama que se desarrolla en China en torno a los siglos VIII-IX, Legend of the Demon Cat es una lujosa fantasía oriental, desbordante, desbordada, aparentemente inacabable, que se aparta continuamente de la trama por la que parece discurrir para abrir nuevas dimensiones… De repente, cuando parece que estamos llegando al desenlace, una nueva película, casi más deslumbrante que la anterior, se abre ante nuestros ojos y, cuando parecía que la imaginación del director y los guionistas había quedado agotada, esta resurge para sumergirnos en un nuevo torbellino de sorpresas y giros narrativos.

Legend of the Demon Cat nos dejó agotados pero con ese agotamiento que nace de la satisfacción de haber visto un espectáculo grandioso e irrepetible, alejado completamente de los esquemas occidentales, pero deslumbrante y completamente original.

Resultado prueba #16: Resolvimos el enigma del gato pero nos quedamos con ganas de más…






DECIMOSEPTIMA PRUEBA: Escapar de una lejana luna en el espacio exterior. Prospect (2018) de Christopher Caldwell y Zeek Earl.





¿Un padre y una hija que quieren llevar a cabo unas prospecciones mineras en una lejana luna del espacio exterior? Cabría pensar, entonces, que se trata de una película de ciencia-ficción. Pero, en realidad, estaríamos equivocados. Porque si Prospect se puede emparentar con algún genero es, sin duda alguna, con el western. Prospect está más cercana a Rio Rojo (1948), Rio Grande (1950) de John Ford, Tierras lejanas (1954) y Cimarrón (1960) de Anthony Mann o Valor de ley (en sus dos versiones, la de Henry Hathaway en 1969 y la de los hermanos Coen en 2010) que de cualquier otra película que intente discernir cómo será nuestro incierto futuro.

Prospect es la historia de iniciación de una adolescente, magníficamente interpretada por Sophie Thatcher, que, sin esperarlo, tendrá que afrontar una dura prueba que le hará madurar y salir abruptamente de su adolescencia. Agreste (como sería un western) y poética (como solo pueden ser los westerns en su mirada a paisajes desolados y almas rotas), enseguida nos olvidamos que estamos en un escenario completamente alejado del planeta Tierra para caer en la cuenta de que estamos ante una historia eterna, la historia de quien tiene que crecer y sobrevivir en un entorno hostil y agresivo. Como la historia que la protagonista reconstruye, y es capaz de reconstruir, en su cuaderno porque es una historia de valores perennes y verdades válidas en todo tiempo y lugar.

Resultado prueba #17: Volvimos a la Tierra con energías recuperadas (que nos hacían falta) para afrontar el último día de certamen…







DECIMOCTAVA PRUEBA: Lograr discernir nuestra propia identidad. Zoe (2018) de Drake Doremus.





Al descubrir que Zoe nos habla de un futuro en que una empresa se dedica a crear seres artificiales prácticamente indistinguibles de los seres humanos, es inevitable pensar en Blade Runner (1982) de Ridley Scott. Y cuando, en los títulos de crédito finales, vemos que, efectivamente, Ridley Scott está en la producción de esta película, es difícil no confirmar que el realizador británico está por la labor de explotar algunas de las ideas y títulos más potentes de su peculiar universo cinematográfico. Zoe solo tiene conexión con el célebre clásico de 1982 en el aspecto mencionado ya que, por lo demás, tiene un enfoque claramente diferenciado. Porque, en un mundo, quizás futuro, pero que se parece mucho al que actualmente vivimos, la película se centra en la búsqueda permanente de cada uno de nosotros por buscar una pareja con la que convivir y poner, así, fin a nuestra soledad.

Intimista y psicológica y con un sorprendente giro narrativo en el primer cuarto de metraje, Zoe es una disección de los tiempos actuales de naufragios sentimentales y precipicios emocionales, básicamente pesimista pero con un giro romántico (que a mí me parece impostado) en su tramo final. Como le pasa a Zoo (antes comentada), la película tiene miedo a llevar hasta sus últimas consecuencias la melancolía de su propuesta.

Resultado prueba #18: Léa Seydoux sigue en plena forma y ofrece una sobresaliente interpretación. Así, es un gustazo continuar con el certamen…







DECIMONOVENA PRUEBA: Escapar de tu propio plan de suicidio. Dead in a Week: Or Your Money Back (2018) de Tom Edmunds.





Justo antes de ver la película de clausura, nos encontramos con una brillante muestra de humor negro británico en la que su protagonista, un deprimido socorrista que no logra despegar en su faceta como escritor, tras varios fracasados intentos de suicidio, decide contratar los servicios de un asesino a sueldo para que haga lo que él no ha sido capaz de hacer. Por supuesto, los giros en la trama llevarán a que el obsesivo suicida tenga que ver cómo logra cambiar el destino que él mismo se ha fijado.

Dead in a Week: Or Your Money Back se beneficia de la genial caracterización que se traza del asesino a sueldo de la historia, maravillosamente interpretado por Tom Wilkinson, en el que, frente a los rasgos convencionales, se le muestra como una persona hogareña, preocupada por las relaciones con su mujer, por sus periquitos y por su incierto futuro laboral. Chispeante, divertida y macabra, se trata de una película que nos hace sonreír con todo un reguero de muertes. Y salir airoso de ese reto tiene su mérito porque no es nada fácil ni sencillo.


Resultado prueba #19: Un ejemplo más de la eficaz solvencia del cine británico cuando se lo propone.




VIGESIMA (Y ÚLTIMA) PRUEBA: Sobrevivir a ¿dos psicópatas? Memorias de un asesino (2017) de Won Shin-yeon





Nuestra última prueba no pudo ser más complicada. Memorias de un asesino es una película coreana en la que no sabemos si hay un psicópata, si hay dos, cuál es la auténtica realidad, qué es fruto de delirio, si el director nos está engañando o si lo que estamos viendo (y lo que hemos visto) es falso o no. Deudora en cierto modo de Memento (2000) de Christopher Nolan y de los thrillers estadounidenses de psicópatas, la película interesa cuando sale de los terrenos más trillados del género pero tiende a caer en la monotonía cuando se decanta por los mecanismos más convencionales y repetidos. El resultado final es aceptable pero tiene algún giro de más en su tramo final que alargan innecesariamente la película.

Resultado prueba #20: Escapamos del psicópata (o los psicópatas) y, efectivamente, ¡¡¡logramos los pasaportes para salir del territorio zombie…!!!





En la siguiente foto, nos podéis ver, con nuestros salvoconductos en la mano. Aunque, como le sucede a la protagonista de El viaje de Chihiro (2001) de Hayao Miyazaki (película que se pudo ver en la sección “El fantástico en familia”), en una de las últimas escenas del film, miramos hacia atrás con nuestros ojos invadidos por la nostalgia porque sabemos que echaremos de menos el territorio que hemos visitado y hemos recorrido. Pero, no importa, seguro que el año que viene repetiremos…





El equipo de Cine Contexto consiguió sus pasaportes y logró salir del territorio zombie en que había caído (Fotografía: Lorenzo Hernandez)


Para terminar, nos queda por hablar de la fiesta final que disfrutamos en la ceremonia de clausura y del palmarés del certamen. Pero eso será en el siguiente artículo… Mientras tanto, les dejamos con las películas preferidas del 28º FANCINE de cada uno de los integrantes del equipo de Cine Contexto.






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